El 19 de septiembre de 2017 a las 13:14 horas, la ciudad de México fue sacudida por un sismo de magnitud de 7.1.

Todos los que fuimos testigos del temblor quedamos asombrados del alcance de destrucción que puede tener un desastre natural, son pocas las personas capaces de narrar los sentimientos reales que conmovieron a una comunidad entera; llevándola a mostrar generosidad, empatía y unión para seguir de pie.

Ese 19 de septiembre, por azares del destino, me encontraba en el museo Tamayo junto con Adrián Román, lo dejé, corrí hacia la Juárez y él siguió su camino, parte de la experiencia que vivió se encuentra en la siguiente crónica.